miércoles, 29 de agosto de 2012

Se que he cambiado. No se si para bien o para mal, pero el caso es que lo he hecho. Muchos me lo dicen como si fuera el mayor error de mi vida. Y los otros, se reservan su opinión aunque piensen lo mismo. ¿Y que si he cambiado? ¿A quién le importa?
¿A caso alguien estuvo ahí cuando llegue a mi límite? Explote. me rendí. Sí, lo hice. Y por hacerlo nunca fui una cobarde.
Cobardes son los que a pesar de haberse dado cuenta de que la vida que nos pitan es una puta mentira, y después de haberse estampado contra la realidad siguen ahí engañándose a ellos mismos y fingiendo ser personas que no son. Controlando sus actos, sus ganas de vivir, midiendo sus palabras. Yo me di cuenta de que eso no era para mí, que la vida es otra cosa. Y más vale darse cuenta tarde que nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario